Mi casa en Valencia

Hace un año, compré una casa en un pequeño pueblo en el interior de Valencia, a unos 45 minutos de la ciudad. La primera vez que visité la casa, me enamoré. Era perfecta: tenía un jardín grande, una terraza preciosa y estaba rodeada de montañas. Todo parecía ideal.

Después de firmar los papeles y recibir las llaves, descubrí que no todo era tan perfecto como parecía. Había algunos problemas que no había notado durante las visitas. Por ejemplo:

1. El tejado tenía goteras. Cuando llovía, el agua entraba en el salón.
2. La instalación eléctrica era vieja. Algunas luces no funcionaban bien.
3. Las tuberías de agua estaban oxidadas. A veces el agua salía marrón.
4. Las ventanas no cerraban bien. Por eso, en invierno hacía mucho frío dentro de la casa.
5. El jardín estaba lleno de mala hierba. Casi no se veían las plantas bonitas.

Al principio, me sentí un poco frustrado porque no sabía cómo solucionar todo. Contraté a un constructor del pueblo, pero trabajar con él no fue fácil. A veces decía que venía a las nueve, pero no aparecía hasta las once. O empezaba un trabajo y no lo terminaba hasta una semana después. Sin embargo, poco a poco, las cosas fueron mejorando.

Primero, arreglamos lo más importante, el tejado. Después, cambiamos las tuberías y la instalación eléctrica. Fue un trabajo caro, pero necesario. Más tarde, instalamos ventanas nuevas y limpiamos el jardín. Ahora tengo un espacio donde puedo cultivar verduras y hierbas como tomillo, albahaca y perejil.

Un año después, la casa está completamente renovada. Me siento muy feliz aquí. Por las mañanas, escucho a los pájaros mientras tomo un café en la terraza. A veces, el constructor y yo nos encontramos en el bar del pueblo para tomar una copa de vino y reírnos de todo lo que pasó durante las reformas.

Gracias a esta experiencia, he aprendido mucho sobre la cultura española. Ahora acepto las cosas con más tranquilidad y entiendo mejor el ritmo de vida aquí. Incluso yo mismo he empezado a tomarme las cosas con más calma y a vivir sin tantas prisas.

Vivir aquí no fue fácil al principio, pero ahora sé que esta casa fue la mejor decisión de mi vida.